Los niveles de testosterona en los hombres vienen precedidos en los genes HOX, que son los que controlan el crecimiento de los genitales y de los dedos. El Dr. Manning demostró que existe una estrecha relación entre los niveles de testosterona prenatal y la diferencia de longitud entre el dedo índice y el anular. Dicho de otro modo: la carga de testosterona que recibimos en el útero materno tiene una relación directa con la longitud de nuestros dedos, lo que significa que, si nuestro dedo anular es más largo que nuestro dedo índice, estaremos más preparados para asumir riesgos por nuestra alta competitividad y cuanta más diferencia exista entre ambos, más carga de testosterona.

Por regla general, la mayoría de los hombres son constituidos de esta forma, es decir, tienen su dedo anular más largo que el índice.

Por supuesto, esto no solo tiene implicaciones positivas, ya que los dedos anulares especialmente largos pueden derivar a Autismo, Dislexia, y otras disfunciones todas ellas relacionadas con el exceso de testosterona prenatal. De la misma manera la fertilidad masculina está implícitamente relacionada con este fantástico estudio. Así que, se podría decir que un hombre con diferencias apreciables entre ambos dedos es un auténtico semental.

 

Por otro lado, y antes de que nos miremos las manos y desde una perspectiva más científica, la vasopresina es una hormona que entre otros aspectos interviene en las relaciones sociales y, en concreto, en la formación de pareja, por algunos científicos es denominada como la hormona de la fidelidad masculina.

Un estudio realizado con el Perrito de la pradera: una adorable especie en peligro, también conocido como perrito llanero mexicano, (Cynomys mexicanus) que siendo una especie monógama se mantiene al lado de su pareja durante toda su vida (aunque de las tres especies conocidas, solo una tiene este hábito), reflejo que, reduciendo los niveles de vasopresina, el Perrito de pradera, se apareaba con más hembras. Al igual ocurrió cuando se redujo los niveles de oxitocina en las hembras, pero este es tema de otro blog.

Se podría afirmar por tanto que niveles bajos de vasopresina, están relacionados con la promiscuidad masculina y aunque hay muchos detractores en este asunto, si que podría ser una condición determinante en la conducta de un varón ante las relaciones de pareja.

Más allá de esta condición científica, la testosterona juega de la misma manera un papel fundamental y analizando las manos de un hombre, podríamos ver indicios igualmente, aunque en este caso no esté del todo avalado por la comunidad científica.

Seguro que ahora estás viendo tus dedos o estás deseando vérselos a tu pareja. Pero espera, aún hay más.

Lo curioso de todo esto es la repercusión que ha tenido en la comunidad científica y sobre todo en otras comunidades no tan científicas que se aventuraron como consecuencia de este estudio a pronosticar la promiscuidad masculina. De esta manera cuanta más diferencia exista entre diferentes dedos, más infiel puede llegar a ser un hombre lo cual ha creado un auténtico revuelo ya que somos más proclives a creer en mitos y leyendas que en la propia ciencia que a veces es más aburrida y técnica que una historia de patio de colegio.

Es más, un equipo de urólogos de Seúl, partiendo de esta investigación, ha relacionado de la misma manera que la diferencia entre el dedo anular y el índice podría indicar la longitud del pene y las posibles derivadas enfermedades que se pueden desarrollar.

Así que ya sabes, ahora es el momento de ver tus dedos, los dedos de tu pareja o los de cualquier otra persona y sacar las conclusiones que quieras, bien desde el punto de vista científico o desde cualquier perspectiva ya que ambas no dejan de ser curiosas y ¿por qué no?

Mario del Valle Herrera.

Co-Founder & CEO T-Talent.es

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