Echándole mano a todo¡¡¡¡¡¡

Inspirational message 'Be the change you want to see' in black ink on pink surface.

By Luz Angela Camacho Torres (Colombia)

Hace 4 años viví el momento más doloroso en mi vida al perder a mi hijo de 15 años de una manera intempestiva; este trasegar entre el antes y el después lo he podido realizar gracias a que, años atrás a este suceso había comenzado, sin saberlo, a construir un kit de herramientas y recursos a través de la apertura a mi espiritualidad, mindfulness, la oración y hasta la música, que me permitieron adquirir varias destrezas y habilidades, que hoy uso en mi diario vivir.

En su momento, este aprendizaje lo había iniciado para afrontar el estrés laboral, impaciencia y algunos temas de salud como consecuencia de querer controlar todo.

Desde el momento cero de mi duelo, entendí que solo tienes dos opciones para afrontar un momento así: cerrarte por completo y hacerte la vida a cuadritos a ti y a los que están compartiendo este mismo duelo, o echarle mano a todas las herramientas que tienes a tu alcance y que en mi caso, venía construyendo en paralelo.

Lo primero que entendí era que nada iba a cambiar mi situación; que tenía que ayudarme con las herramientas que años atrás había empezado a practicar: respirar, hacer meditación, hacer prácticas de silencio, rebalancear mis emociones y apoyarme en mi fe para poder sanar mi alma.

Otra cosa importante fue recibir muchos libros de duelo y como aprender a entender la muerte de otra forma, fue curioso como los libros iban llegando a mis manos, cada uno tenía su propio mensaje y se iba armando una serie de Netflix en donde cada episodio me permitía poco a poco ir avanzando a mi ritmo e ir fortaleciéndome y aceptando con amor esta nueva vida.

Esta semana cuando escuchaba una de las clases de Neurociencia del comportamiento, entendí algo hermoso; que el dolor, o cualquier cambio fuerte en tu vida y la forma como lo abordes y asumas, puede construir un aprendizaje positivo, si es tu decisión, el cual te permite volverte más empático y respetuoso con los demás; pero lo que más me llamo la atención fue entender y aceptar que yo no solo era una persona optimista, era una mejor persona.

Si, optimista por que hice una apuesta grande por ayudarme y pedir ayuda cuando lo necesitaba para afrontar mi duelo o cualquier situación que me afecte profundamente; ser coherente entre lo que pensaba y sentía para actuar con convicción.

Esto no ha sido fácil, aun soy una página en construcción, las olas del dolor a veces son más fuertes y otras son más serenas y me permiten seguir fluyendo con confianza, sin dejar de seguir alimentando mi conocimiento que me permita algún día, no muy lejano empezar ayudar a otras personas como yo, a superar lo insuperable.

Creo que mi curso, ha sido otro mensaje divino, pues me ha permitido ver como si se puede a través de la fe, el amor en ti mismo, de seguir buscando aprender para tener más herramientas que te traen estos nuevos conocimientos, con tu propia adaptación y sello personal, me han permitido seguir caminado por la vida.

Por último, una de las herramientas que empecé a usar fue ser cuidadosa con las palabras, en tener conciencia de no usar palabras negativas, sino más bien usar otras que fueran neutras o positivas en medio de la adversidad y reconocer lo bueno y extraordinario que se presenta en momentos difíciles.

Hoy creo estar lista para seguir caminado la vida y seguir preparándome para afrontar cualquier situación que exija lo mejor de mi.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio