Por: Leslie Guerra (Chile)
¿En qué momento activamos el piloto automático, que nos hace vivir desconectados de lo esencial?, ¿en qué situaciones de la vida, elegimos lo conocido que nos “protege” para que deje de doler o para que no duela? ¿Por qué elegimos la comodidad ante el desafío? ¿Cuándo dejamos de respirar, de oler, de sentir, de estar en el momento presente?
¿En qué momento dejamos de hacernos cargo de nosotros mismos, culpando al resto? Tantas expectativas de situaciones en que sólo conseguimos frustración.
¿Cómo entender e interiorizar que somos los responsables de nuestro camino?, muchas preguntas, una respuesta: Todo está dentro de ti.
Gran desafío, hacerse cargo y aceptar que todo está en nuestra mente, en lo que elegimos, en soltar las expectativas que tenemos de las situaciones y de los demás, soltar el ego y el papel de víctima para aprender y adquirir confianza, para tomar decisiones, para reconectar con la creatividad apagada.
Este viaje ha sido como una caminata por un bosque nevado, al principio incómoda, con miedo, dudando si llevaba los zapatos adecuados, la ropa de abrigo o comida suficiente y lo más importante: una mochila muy pesada, 32 kilos de todo lo que cargaba y no estaba en mi esfera de control y que me quitaban energía vital. En el camino, una caída en el hielo, dolorosa, inesperada, que me hizo sentir frágil, varios puentes que cruzar, decisiones que tomar.
El bosque nevado, me maravillo con sus paisajes, esa naturaleza indómita que me recordó, que formaba parte de ella, respiraba con ella. El miedo se fue.
Después de horas caminando, nos esperaba una laguna congelada, un sueño de infancia caminar en una y lo logré, tantísima emoción, los sueños los hacemos realidad, si soltamos los miedos que nos paralizan.
Elegí mi gran desafío, ser responsable de mí, es hora de escucharme, de viajar a mi interior y decidir de qué manera quiero seguir, si sumida en el piloto automático de mi estrés, de mis duelos, de mis frustraciones o elegir olvidar selectivamente, tomar los aprendizajes y continuar mi camino con confianza, repasando los errores de predicción, lo que no resultó como quería y volver a intentar, siendo más amable conmigo, decidida a aprender saliendo de la zona de confort, siendo persistente y superando mi umbral ok, porque no basta con estar cómodo en lo conocido, sino que hay que desafiarse a más.
Elijo aquello que me sana, el deporte, la perseverancia, cuidando lo que consumo, cómo me alimento, que veo, leo y de quienes me rodeo, elijo tener nuevas experiencias, para que mi cerebro salga de la estructura rígida que apago mi creatividad.
Elijo conectar con lo esencial, conmigo, con mis hijos, con mi gente, esa que tantas veces es refugio y maestro, que son un 8, 9 o 10 en puntuación, que me aportan nuevos conocimientos y con quienes yo quiero ser un 10.
Quiero ser compañera de viaje y maestra también, reforzando y cuidando todo aquello que me aporta energía vital y soltando lo que no, gestionándola en los momentos de calma y desafío.
El cerebro aprende cuando se emociona, este viaje ha sido emocionante para mí, aunque me perdí un rato, a veces es bueno perderse para volver a encontrarse.
Nada material se va contigo, sólo dejas los recuerdos, lo que aprendieron de ti, o dejaste en sus corazones, la alegría, Los abrazos fuertes y más.
Vinimos a este mundo a vivir en plenitud, a ser felices, es una elección.
Al final este viaje/curso quiero agradecer, por tanto aprendizaje, por la reconexión y las herramientas que serán para mí, una nueva forma de vivir la vida, compartiendo y aportando, siendo luz (de la del lado izquierdo del cerebro) esa que nos enciende a todos por igual, caminaré distinto, eligiendo las palabras cada mañana, con amor, elevando mi energía y la de mi entorno.
Y, si logro transmitir este aprendizaje a mis hijos para su vida adulta, misión cumplida.
Sólo con el nombre del curso, no podía entender ni dimensionar el desafío que serían para mi estas 8 clases, menos imaginar que en estos 4 meses perdería y aprendería tanto.
Gracias por esta gran transformación.
Soy testigo del gran aprendizaje que has tenido en este último tiempo. Destacar que eres una persona muy valiosa, muy conectada contigo mismo y con el resto, lo que te hace ser muy especial y reconocida.
Con mucho cariño, un abrazo grande para ti
Preciosa reflexión.
Un viaje desafiante pero valioso.
Felicidades.