Juan Sánchez Huerta.
Auto Conocerse a uno mismo
Hola a todos/as, estoy realizando una formación en Inteligencia Emocional, ya que siempre ha sido un tema que me ha atraído, pero no ha sido hasta ahora, tengo 50 años, cuando me he dado cuenta, y con la iniciación de dicha formación, de la importancia, y sobre todo la utilidad que tiene la inteligencia emocional en las personas, pues nos puede hacer cambiar y ver las cosas de diferente manera, pero siempre para bien.
La inteligencia emocional desempeña un papel central en el éxito o el fracaso de todo tipo de relaciones humanas, desde las sentimentales y familiares hasta los vínculos laborales. También es un factor determinante en el funcionamiento de las organizaciones, ya que la empatía, autocontrol emocional y motivación de las personas puede condicionar el trabajo en equipo, haciéndolo más o menos eficiente y satisfactorio. Esto hay que verlo en todos los aspectos de la vida, personal, familiar, profesional…
Creo que sería necesario que esta materia se diera en los colegios, y se cursara por parte de los niños desde pequeños, para que empiecen a desarrollar y trabajar sus emociones y sentimientos desde dentro, utilizando una metodología que les haga ver, como hasta las peores emociones (frustración, odio, ansiedad, ira, envidia, deseo, orgullo o celos), se pueden convertir en un aliado para darles la vuelta, y se conviertan en algo positivo. Las emociones son para ayudarte a avanzar y para sentir mayor bienestar, no son para hacerte infeliz o desgraciado/a.
Yo tengo dos hijas, una de 14 y otra de 11 años. Cuando eran pequeñitas y jugábamos a algo, cartas, oca, parchís… yo nunca las dejaba ganar, teníais que ver las caras de mis suegros ante esta situación, no lo entendían. Yo lo que pretendía enseñarlas es a que en la vida no siempre se gana, y hay que aprender a perder y a frustrarse, y que no pasa nada por ello, y que además es bueno, porque la siguiente vez lo vas a coger con más ganas, fuerzas y pasión para intentar ganar. Ahora las dos me dan las gracias por no haberlas dejado ganar. También quiero decir, que ahora me ganan ellas a mí.
Quién no ha tenido en el colegio una situación de algún compañero que se rieran de él o ella por ser bajito/a, gordito/a, …, yo creo que todos. Si en aquel momento, hubiéramos utilizado alguno de los valores de la inteligencia emocional, seguro que la situación hubiera cambiado. Por ejemplo, haber utilizado la empatía, intentado comprender los sentimientos de la otra persona, y hacérselo ver al resto del grupo que se reían de él o ella, para cambiar la situación y hacerla sentir bien y mejor, y que formara parte del grupo como uno más, sin discriminaciones.
De pequeño, yo no era demasiado bueno en educación física, y recuerdo que cuando llegaba esta clase no me gustaba nada. Además, tuve un profesor, creo recordar que en 6º y 7º de EGB que sólo se preocupaba de los alumnos a los que mejor se les daba esta asignatura, por lo que si hubiera utilizado la motivación, seguro que me hubiera esforzado mucho más en que me gustara la clase y en que obtuviera mejor nota, también habría obtenido un compromiso por mi parte y que viera la clase con optimismo y no simplemente para aprobar. Aquí le doy las gracias a un compañero que siempre me decía que yo podía y qué seguro que lo iba a hacer bien.
Quién no ha tenido miedo alguna vez. Yo en clase, era de esas personas que le daba vergüenza, aunque realmente era miedo, en preguntar alguna duda, y en ocasiones me iba a casa con esas dudas, que lógicamente tenía que preguntar más tarde a alguien me las resolviera. Si nos hubieran enseñado desde niños a hablar en público y a esquivar esos miedos a ello, y a lo que pudieran pensar de nosotros los demás, seguro que nos hubiera hecho la vida un poquito más fácil. Aquí hay una frase que me gusta mucho de Joy Bell “” No tengas miedo de tus miedos. No están ahí para asustar. Están ahí para hacerte saber que algo vale la pena”” De esta frase deduzco: Los miedos hay que aceptarlos y luego afrontarlos.
“Esencialmente, la inteligencia emocional es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. Y es importante porque cuanto más comprendamos estos aspectos de nosotros mismos, mejor serán nuestra salud mental y nuestro desarrollo social”; y considero qué si se empieza desde pequeñito, mucho mejor, para uno mismo y para el resto.
Me gustaría terminar con esta frase:
La felicidad no es la ausencia de problemas, es la capacidad de tratar con ellos, por lo que los problemas existen, así que hay que afrontarlos.
Juan Sánchez Huerta. Alumno Inteligencia Emocional y PNL Avanzado.