Jennifer Tovar Afanador
La Dicotomía del control cognitivo: Aprendiendo a enfocar nuestra energía en lo que realmente podemos controlar
La dicotomía del control es un concepto esencial en la psicología cognitiva y la filosofía estoica. Con el tiempo, se ha vuelto más relevante en un mundo donde estamos sujetos a numerosos factores externos, personalidades y prejuicios. La definición principal de este concepto es clara y puede cambiar vidas si se pone en práctica: simplemente debemos preguntarnos qué está bajo nuestro control y qué no lo está. Sin embargo, es evidente que gastamos mucha de nuestra energía en lo que no podemos controlar, estresándonos, causando así decepción, desenfoque y afectando nuestro bienestar.
¿Porque sufrimos tanto por las cosas que no podemos controlar?
Sufrimos tanto por las cosas que no podemos controlar porque, cuando estamos en un estado de baja vibración, bajo estrés y nos sentimos mal. Nuestro cerebro no funciona como debería, porque nos responsabilizamos por algo que no nos corresponde. Enfrentamos situaciones y problemas que percibimos como desafíos o amenazas, lo que activa respuestas de estrés. Según investigaciones de Harvard, asumir responsabilidades que no nos corresponden es comparable a cargar un peso de 32 kilos en nuestra mente y cuerpo. Esto genera sufrimiento, decepción, frustración, ansiedad, estrés y falta de plenitud,
Además, entramos en un estado de agotamiento cognitivo cuando enfocamos nuestra energía en lo que no podemos controlar. Aproximadamente el 25% de nuestra energía mental diaria se gasta en pensamientos y emociones que, al final, no podemos resolver porque no están en nuestras manos. Esto termina preocupándonos y deteriorando nuestra capacidad de tomar decisiones. Aquí es donde hago la correlación con el tipo de decisiones que tomamos: al entrar en conflicto, el cerebro, debido a la incertidumbre y las creencias, desencadena una mala toma de decisiones. Tomamos decisiones de manera emocional y luego las justificamos de forma racional.
Relación entre el control cognitivo, salud mental y plenitud
Ya hemos explorado las consecuencias de por qué nuestro cerebro no funciona de manera óptima al enfocarnos en lo que no podemos controlar, lo que resulta en pérdida de concentración y efectividad. Por otro lado, cuando dirigimos nuestra energía hacia lo que sí podemos controlar, los niveles de salud mental y plenitud aumentan considerablemente. Si no puedes controlar lo que está pasando, el poder reside en cómo respondes a lo que está ocurriendo.
¿Como ponemos en práctica la dicotomía del control?
Es fundamental poner en práctica la dicotomía del control y ser constantes, para ello es importante tener en cuenta estos pasos para lograrlo:
1. Distinguir entre lo que podemos controlar y no podemos controlar: En cualquier situación, es importante preguntarnos si tenemos control sobre ella, para así dirigir nuestra energía de manera adecuada.
1.1 LO QUE PODEMOS CONTROLAR: Nuestra actitud, cómo enfrentamos las situaciones, nuestras reacciones, pensamientos, amor propio, y las personas con las que nos rodeamos.
1.2 LO QUE NO PODEMOS CONTROLAR: Las opiniones de los demás, las circunstancias externas, el sufrimiento ajeno, el clima, y las acciones de otras personas.
2. Cómo abordar aquello que no está bajo nuestro control a través de la dicotomía del control, es por ello por lo que hay que categorizar nuestras acciones preguntándonos si esto que estamos pensando es indiferente, seguidamente preguntarnos si es preferible o no preferible.
2.1 Preferible: Son las cosas que, aunque no podemos controlar completamente, nos aportan satisfacción o beneficios positivos. Estas deberían ser reforzadas en nuestra vida porque contribuyen a nuestro bienestar.
2.2 No preferible: Representa lo que nos daña o no nos aporta valor. Estas situaciones, relaciones o preocupaciones deben ser alejadas para evitar el desgaste emocional y mental innecesario.
3. Afianzar nuestros valores: enfocarnos en nosotros mismos, en nuestro propio crecimiento, y como debemos reaccionar y actuar ante diversas situaciones y ayudarnos con prácticas de mindfulness, para trabajar en nuestro interior fortaleciendo el control cognitivo interno.
Conclusión
En el mundo actual, estamos constantemente sometidos a demandas, juicios y diversas personalidades. Por ello, es cada vez más importante centrarnos en nosotros mismos y disponer de herramientas que ayuden a nuestro cerebro a enfocar la energía de manera adecuada. Aplicar la dicotomía del control nos permite llevar una vida más consciente, donde cada decisión que tomemos esté guiada por aquello que realmente podemos controlar
Sobre la autora:
Jennifer Tovar es una apasionada del desarrollo personal y neurociencia del comportamiento. se dedica a estudiar el comportamiento de nuestro cerebro y sueña con ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial y a encontrar equilibrio en sus vidas y así mismo potenciar el desarrollo profesional. Jennifer cree firmemente en la importancia de aplicar principios estoicos en la vida cotidiana para mejorar el bienestar mental y emocional.